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Ayer por fin llegó el momento de ver ver Avengers: Infinity War, momento que esperaba desde los primeros trailers aparecidos (en realidad para ser sinceros desde la primera Avengers del 2012) por lo que la cita de este viernes era imperdible...

Cuando hablamos de películas Marvel, sabemos que las apuestas que hacen generalmente no son altas, películas de inicio esquematizadas, villanos no tan destacables, chistes por doquier, pero a la larga el producto recibido siempre tiene algo de que conversar. En esta ocasión estábamos frente al llamado “mayor crossover de la historia del cine” y concuerdo plenamente con que eso se logra… lograr juntar líneas argumentales como Avengers, Guardians of the Galaxy, Dr. Strange, Black Panther y otras es algo que se debe aplaudir, más que nada por la quirurjica meticulosidad que debieron tener los hermanos Russo para evitar dar una lata tremenda, mal que mal no la podían rematar mal después de 10 años esperando que esto sucediese.


En este caso la historia nos presenta tres hilos bien diferenciados, cada uno con sus mezclas particulares de personajes, donde todos exponen claramente sus intenciones para enfrentarse a uno de los malos mejor logrados del MCU (Marvel Cinematic Universe). Thanos es un villano complejo, que se muestra brutalmente inmisericorde durante gran parte del film, con aspiraciones que me recordaron a Zobrist del libro Inferno (de Dan Brown), pero que a la larga termina exponiendo un lado más humano que lo hace un personaje poco predecible, lo que aporta mucho al hilo argumental y desenlace de la historia.

De los superhéroes, poco que decir que no sepamos, sólo es interesante recalcar cómo las combinaciones los potencian: Iron Man gana mucho junto a Dr. Strange, Starlord encuentra el equilibrio en todo sentido con Thor, mientras que de manera más aislada, Black Panther se gana su lugar de preponderancia en una historia que tiene como eje a Vision y la gema que posee, el cual está muy bien afiatado con su pareja Scarlett Witch. Los personajes más queribles tienen sus dosis justas: Spiderman sigue siendo el niño entrañable, Groot el adolescente que aparece en el momento justo, Drax sigue aportando humor y violencia, Ganora que gana mucho al aparecer su origen como hija del Titán Loco y probablemente Nebula logrará un poco más de relevancia en el futuro, ya que ahora puede proponerse como una carta de continuidad en la batalla contra Thanos.

Sobre el final y escenas post créditos no adelantaré nada para no caer en el vulgar spoiler, pero de que nos dejó con la boca abierta por varios minutos, no cabe duda, dejando un mar de posibilidades para el futuro, ahora nos queda esperar un año para ver el desenlace final de todo este embrollo.


PD 1.- La música sigue siendo relevante sobre todo por el lado de Starlord, en este caso el tema oreja que escuchan a todo volumen es “The Rubberband Man” de la banda ‘The Spinners”. Para el futuro ¿no sería notable que los Guardianes llegaran a Wakanda al son de “Africa” de Toto?... daría mis riquezas por ver ese momento.

PD 2.- Los trailers previos quedaron muy bien armados, todas las suposiciones que había hecho sobre la historia no fueron, por lo que de spoiler nada que decir…!!!

PD 3.- Ayer la Caro andaba enferma por lo que no pudo acompañarnos, por lo que creo me veré en la obligación de repetirme el plato... :-)

...divine addiction

Lo vivido el reciente domingo para mi fue un fenómeno extraño: Un conjunto de cinco músicos extremadamente talentosos, reconocidos mundialmente como referentes en sus instrumentos, que tocan en un local de capacidad reducida (como es el Teatro Teletón, que no debe soportar más de 2.000 personas) y aun así no lo llenan. El disco que como banda vienen a presentar creo que llena las expectativas del público objetivo y aun así no convocan a la masa de gente que uno espera ¿mucha oferta de conciertos? ¿banda muy under? ¿estamos perdiendo el amor por el barbudo baterista y sus proyectos cada vez más numerosos? no lo se…


Vamos a lo importante! el concierto de Sons Of Apollo lo había agendado hace varias semanas y tenía miedo de llegar muy molido producto de la Maratón de Santiago que corría ese mismo día por la mañana, pero sea como sea iba a estar ahí (si dos años antes había acompañado a la Carola a ver a Coldplay después del mismo evento deportivo, nada me haría abandonar a don Mike). Llegamos a eso de las 19:45 con el amigo Luis Domínguez, con quien a esta altura deberíamos llamarlos los “Portnoyliebers” por nuestra fidelidad hacia el talentoso percusionista...


El arranque del concierto fue a las 20:00 exactas, con una intro envasada, para dar paso a la brutal “God Of The Sun”, pieza que abre su buen disco ‘Psychotic Symphony’ del 2017, mostrando de a poco a los eximios músicos que componen la formación: don Mike Portnoy tras los tambores, Derek Sherinian en los teclados (formando la dupla “Del Fuvio Bros.” core del grupo y productores del único disco editado), Rob ‘Bumblefoot’ Thal y Billy Sheehan en la guitarra y bajo respectivamente (nótese que ambos tocaron con instrumentos de doble mástil toda la noche) y como frontman el excelso cantante norteamericano Jeff Scott Soto. Continuaron con “Sign Of The Times” y el riff destructor de “Divine Addiction” para dar paso al primer cover de la noche: tomado del ‘Falling Into Infinity’ de Dream Theater, se deja caer “Just Let Me Breath” una que representó todo el lado más radio-friendly que la banda quiso transmitir por esos años y que tantos detractores generó, me gustó mucho la parte que cantaba Rob Thal, un poco parecido a la versión de LaBrie en vivo. Retomaron los temas propios con “Labyrinth” y “Lost In Oblivion”, después de lo cual el señor Scott Soto demostró por que es uno de los vocalistas con un alto nivel de carisma y llegada con el público, entre juegos de voces con el público y el tributo a Freddie Mercury con “The Prophet’s Song” a capella y la inconmensurable “Save Me” acompañado por Bumblefoot (me hubiese gustado escuchar el piano de Sherinian acá, pero bueno…). Luego de esto cayeron “Alive” (la cual parte con una parte solo en guitarra y voz, cuando entra la batería Portnoy sale corriendo desde atrás, entra cantando y tocando al mismo tiempo, increíble este caballero!), un cover del tema central de la Pantera Rosa comandado por el guitarrista y el instrumental que da cierre al disco: “Opus Maximus”. A continuación un solo de teclados, para dar paso a otra pieza gigante del disco que Portnoy y Sherinian facturaron junto a Dream Theater en 1997: la extensa y maravillosa “Lines In The Sand”, cerrando después de un breve encore, con el primer single que conocimos de este conjunto: “Coming Home”.


La calidad del espectáculo que presenciamos es innegable, con un disco con 9 canciones que bordean los 57 minutos hace imposible no echar mano a algunos covers que permitan completar los minutos necesarios para un show y se agradece que Portnoy tiré de los temas que es más difícil que sus compañeros de Dream Theater vuelvan a tocar, además claro está de los solos que permitan entender por que los músicos que están sobre el escenario parecieran ser elegidos con pinzas.

...running free III

Ayer me enfrenté a la quinta maratón de Santiago en mis escasos 37 años, y siendo el evento runner más importante de Santiago (¿o de Chile?) uno está desde la inscripción transmitiendo con el tema. Debo reconocer que a pesar de las veces que la he corrido siempre llego con miedo, aunque este año no tengo idea por que fue diferente, andaba más tranquilo de lo habitual y no digamos que era por un entrenamiento constante, había hecho creo que lo mismo que los años anteriores, incluyendo el arrepentirme por no haber entrenado de manera más metódica. Pero bueno, quizás las rutinas en el gimnasio, el cardio constante y un par de trotes de 10K en trotadora (esa que no tiene piedad, por que es una máquina!!) y los 16K que me tiré en La Perla del Maule la semana anterior ayudaron a que el cuerpo entendiera a la tortura que lo sometería. Quizás se pensaría que jugaría en contra las pizzetas, empanadas de queso y torta del cumpleaños al que fuimos con la heredera el día antes, pero parece que no fue factor determinante...

Cosas que destacar:
  • Que la organización decidiera lanzar 3 grupos de corredores (con salidas diferenciadas en 15 minutos) hizo que se armara menos congestión, sobre todo en los puntos de hidratación, que son los habituales cuellos de botella del evento. Esto también facilitó la entrega de insumos al final de la carrera! Punto para los organizadores.
  • Los consejos sobre hidratación y uso de geles que me dio un colega de la oficina, creo que me ayudaron a no sentir fatiga o cansancio extremo en las piernas, el amigo corre Iron Man y maratones completas, así que algo sabe del tema!
  • La mejor barra del Universo (compuesta por la Caro y la Trini) que estaba apostada con el cartel ganador en la esquina de Toesca con Avenida España, o sea, con ese impulso ¿quién podía quedar botado?

Cosas negativas:
  • Este año le faltó rock a la Maratón de Santiago!! no estaban los grupos musicales habituales en los 5K y 10K, sólo una banda tocando en los 19K, cuando uno entra a Avenida Providencia, pero estaba tocando temas de U2, algo que personalmente no me motiva a salir a correr.
  • Poquísima gente en las calles apoyando. Algo que anteriormente era una constante a lo largo del camino, este año faltó. Me atrevería a decir que desde Ñuñoa hacia arriba había gente tirando buena onda, parece que en Santiago centro estaba mejor quedarse calentito en la cama!
Antes de partir / Kilómetro 2 / Antes de pasar a Luigi Mario y Superman / Cruzando la meta

Importante también destacar la banda sonora que use de fondo, donde 29 tracks se encargaron de ponerle bencina a esta máquina, arrancando con “Gonna Fly Now” de la banda sonora de Rocky (el "semental italiano" siempre un referente!) y terminando con la mejor canción de la historia “Paradise City” de Guns N’ Roses, la cual fue metódicamente encolada en el kilómetro 20 para que la magia de la llegada ocurriera. Mencionar aparte mi karaoke personal: con “Edén” de Chancho en Piedra, casi llegando al Estadio Nacional y el coro de “Long Live Rock N’ Roll” en la versión de “Steel Dragon” cerca del kilómetro 15 y por su puesto, llegando al 18 mi libre interpretación de “Persiana Americana” de Soda Stereo.

Mejor letrero de aliento al corredor de la historia de la humanidad...!!

Como cierre, me demoré 2 horas 9 minutos y 6 segundos en los 21,34 que me cronometró RunKeeper para la carrera, por lo que se transformó en mi mejor media maratón a la fecha, ya que la primera la hice a 6:09 minutos por km promedio y está da 6:03… como mi ritmo de trote habitual es de 6:00 por km, creo que es bastante meritorio lo de ayer, sin embargo, creo que lo que me dejó más contento fue poder mantener un ritmo “constante” durante toda la carrera, sin bajones muy evidentes (para mis estándares, claro) y sin llegar arrastrándome, como temía en mi fuero interno.


Y bueno, como había quemado 2.062 calorías en esta travesía, era necesario recuperarse, por lo que partimos con la familia a La Fuente de Mardoqueo a disfrutar de unos buenos sandwiches, ya que citando al doctor Nick Riviera de The Simpsons, no me quiero convertir en un “Individuo Peligrosamente Bajo de Peso”...

Nada mejor que esta maravilla para la recuperación post esfuerzo...

...in the air tonight

Existe una figura del rockero arraigada en la sociedad que implica el pelo largo, poleras de bandas de nombres indescifrables y mezclilla/cuero por doquier, más el clásico movimiento de cabeza al son del riff de “Master Of Puppets”. Personalmente no encajo en ese cliché, más allá de las poleras de Iron Maiden o Black Sabbath. En base a esto yo no me encasillaría en esa tribu urbana, a no ser por un rasgo anteriormente no nombrado y es la poca vergüenza para demostrar lo que estás escuchando en público, donde aparecen los míticos músicos aéreos o aquellos que hacen como que tocan un instrumento, en la calle u otros espacios públicos, sin temor a ser apuntados por la gente con mala suerte que no tiene sus audífonos puestos.


Desde mi punto de vista, los podemos caracterizar en tres grupos:
  1. Los guitarristas aéreos: Esta es la más fácil y común de ver por la calle, y acá vienen propulsados por los clásicos del rock, los riffs de AC/DC, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath y otros tantos. Otra subespecie interesante asociada a la misma forma es el bajista aéreo: la de vences en las que me he visto con el pie arriba de un grifo haciendo la metralleta del profesor Steve Harris a la incomparable base de “The Number Of The Beast”.
  2. Los vocalistas con audífonos: Aquellos que no tenemos problemas en entonar los coros de Iron Maiden, Queen o incluso Toto (¿o me negaran que el coro de “África” es para detener el tráfico y cantarlo con el joven del kiosko de revistas?) sin importar como suene, con sílabas cortadas, inglés “improvisado” y muchas vocalizaciones extremadamente raras... Mención aparte, el "oooooooh oooooooh" que todos cantamos en "War Pigs" en la parte del solo de don Tony Iommi.
  3. Los bateristas de cuneta: Acá la máxima demostración de este mal, porque está no hay cómo esconderla, al punto que he visto abuelitas mirándome en la esquina, sin entender que el paso de acompañar con el raid o cencerro al hi-hat es un arte sin igual, que los fills de toms de Nicko McBrain son complicados y que esos segundos que nos dejan algunos clásicos del glam para hacer palmas al compás del bombo y caja son oro puro. No obstante lo anterior, el premio mayor de lo lleva la parte central de “Tom Sawyer” de Rush… definitivamente deja la escoba en las intersecciones de calles!!
Para que la cosa no quede acá en vano, preparé una lista con las 25 mejores canciones para creerse músico por la calle, acompañado por su puesto, de unos buenos audífonos y harta personalidad...