...take us alive

Siempre he pensado que Extreme es una de esas bandas que vivió el ocaso de la época del Glam Rock y que lamentablemente quedó encasillado junto a otros grupos con los que comparte un poco de la estética, pero que musicalmente es poco lo que tienen en comun, lo que en algún momento fue un respaldo importante, a comienzos de los 90’s fue un lastre que varios debieron cargar (para muestra una de mis favoritas: Skid Row…) Además de lo anterior, carga con la pesada mochila del “one hit wonder” y es que la persona que no ha escuchado “More Than Words”, es sorda o vivió aislado del mundo desde hace 25 años. Como dijo Brian May en el concierto tributo a Freddie Mercury hace 23 años, Extreme (como pocas) fue una banda que entendió muy bien de que trataba Queen y vaya que se nota en algunas composiciones, así como también algunos destellos de los primeros Van Halen (su guitarrista alguna vez fue sindicado como el nuevo Eddie Van Halen y hay que reconocer que por talento el hombre no se queda!), sin contar con que Gary Cherone tuvo una triste pasada como vocalista de la banda de los hermanitos terribles!


La noche del sábado pasado (20/06/2015) teníamos la cita ya agendada con los nativos de Boston y después de un entretenido bautizo de una sobrina de la Carola partimos al Teatro Cariola, que recibía la fecha de la gura "Pornograffitti Live 25th Anniversary Tour 2015" donde la agrupación prometía interpretar su disco más exitoso completo y considerando que está ahí entre mis discos regalones, la cita era un imperdible. Al llegar me llamó la atención lo chico del local, la ventaja de eso es que quedas a metros del escenario y como el público ya quemaba su par de décadas, no había que pelear mucho para tener un buen puesto, aunque creo que un grupo con la calidad de Extreme quizás merecía un poco más de gente…

Con quince minutos de atraso partió el show, con la cinta grabada del piano y la lluvia, saliendo Kevin Figueiredo en la batería, Pat Badger en el bajo, el maestro de maestros Nuno Bettencourt en la guitarra y finalmente el siempre sobre energético Gary Cherone en la voz, terminando de servir la mesa con el riff impactante de “Decadence Dance” y partimos con la fiesta! Creo que el sonido estuvo demasiado fuerte durante todo el concierto lo que hizo que sonara poco definido, pero sin ser tampoco algo que aguara la experiencia. De a poco fueron pasando uno a uno los tracks de su segundo disco "Li'l Jack Horny”, "When I'm President", el bajo inconfundible de “Get The Funk Out” con su groove característico, para dar paso a la más esperada por la mayoría y que hizo notar la gran cantidad de público femenino presente… Bettencourt había señalado anteriormente que “una banda no puede elegir cuales serán sus éxitos” y en este caso tiene mucha razón: “More Than Words” es una balada preciosa y era predecible que tuviese un impacto brutal en la escena musical reinante en esa época, pero no representa para nada el estilo que la banda quiso impregnar a su obra, pero bueno, me imagino que los ingresos recibidos son tan bienvenidos que esto pasa a segundo plano. Sobre la interpretación, perfecta, muy a la usanza del video con el vocalista y guitarrista a dueto acústico… en este momento tuve que contestar el teléfono por lo que me perdí el cierre de la joya, pero al volver a la cancha recibí el golpe brutal de los arreglos vocales de “Money (In God We Trust)” y su entrada eclesiástica con tres voces a conjunto cantando ‘Aleeeeeeluyaaaaaa”, posterior a esto dos perlas “It (’s a Monster) y la canción que da título al disco “Pornograffitti”, dejando el camino llano para una versión muy crooner de “When I First Kissed You" con guitarras acústicas, contrabajo, escobillas en vez baquetas y sombreros, muy bien lograda la atmósfera!! Continuando con el show "Suzie (Wants Her All Day What?)" y "He-Man Woman Hater" sonaron muy bien, mientras que "Song For Love" dejó caer con toda precisión nuevamente esos coros a tres voces, cerrando la primera parte del show con "Hole Hearted", con el toque acústico obvio, más la presencia de Figueiredo sólo con un bombo, un platillo y pandero, lo que inmediatamente me trajo a la mente la interpretación de "'39" que hacía Queen allá por los 70's, lo que se reforzó con el pequeño tributo a los ingleses al final, interpretando un par de estrofas de "Crazy Little Thing Called Love"... con esto a descansar la banda y nosotros a esperar a ver que traía el encore.

Para la vuelta, eligieron un conjunto de temas de sus otros 4 discos editados, partiendo con su primer trabajo, con una versión muy prendida de "Play With Me" (me hubiese gustado un guiño a "Teacher's Pet", pero bueno, no se puede tener todo en la vida), siguiendo con una que personalmente disfruté mucho, de su 'III Sides To Every Story' cayó la magnífica "Rest In Peace", siguiendo con otra que prendió bastante el show la siempre esperada "Kid Ego", para de golpe avanzar casi treinta años a su trabajo de 2008 (el que los trajo de vuelta después de una larga pausa...) con una entretenida versión de "Take Us Alive", donde Cherone se puso a cabalgar sobre los amplificadores, siguiendo con una correcta versión de "Am I Ever Gonna Change", dejando posterior a esto el escenario al que quizás más brilló de todos los músicos, Bettencourt con "Midnight Express", única pieza sacada de su "Waiting For The Punchline", el disco con se adentraron un poco en el sonido de Seattle a mediados de los 90's, dejando para el final una intro de batería que indicaba el cierre con "Cupid’s Dead"... posterior a esto la banda bajó al frente del público y comenzó a repartir apretones de manos con todos los que alcanzaron, demostrando lo redondo del show y la buena comunicación que logró el grupo con el público y lo bien que todos lo pasamos en un show perfecto en términos de setlist, entrega de la banda y reacción del público (insisto, a riesgo de sonar "exquisito" creo que pudo sonar un poco mejor...)

...grandma take me home

Cuando comenzó a sonar en el mundillo de internet la edición de un documental sobre la vida de Kurt Cobain, me llamó la atención lo que se podría contar de él desde la perspectiva de realidad, más que de interpretación como ha sido la tónica de las películas editadas sobre su vida. Como el género de los documentales sobre el mundo del rock me fascina, "Kurt Cobain: Montage of Heck" pasó a estar en mi cola de prioridades para ser procesada en un futuro, sin embargo, la Carola ya me tenía las entradas de regalo para disfrutarlo en la gran pantalla, así que cabritas, agua sin gas y a disfrutarla...


Es importante destacar que Nirvana nunca fue una banda que me matara al nivel de fanatismo que tienen mis primos más chicos, a quienes los gritos de Cobain les abrieron sus orejas musicales y marcó un antes y un después... creo que en mi caso, por esos años me pegó más fuerte Metallica, Iron Maiden y otras bandas del estilo, lo que me hizo perderme un poco la oportunidad de disfrutar de esos momentos junto con ellos. A pesar de lo anterior, la figura de Cobain es innegablemente una de las más grandes que ha aparecido en el mundo de la música popular (el más grande icono de la cultura popular de los últimos 30 años, según el director de la película, Brett Morgen y a pesar de que no le puse atención a su obra más allá del 'Nevermind', con el tiempo he  entendido la trascendencia de su corta carrera, y esta película no hizo más que consolidar mi opinión respecto a su figura.

El primer golpe que te da el documental es presentar al protagonista como un niño de apenas meses, en videos familiares, con la madre contando el contexto familiar en el que se crió, y como poco a poco las diferentes decisiones familiares fueron moldeando la personalidad retraída (y depresiva) del cantante de Nirvana... muy buen efecto la animación desarrolladas sobre audios de conversaciones en que cuenta pasajes clave de su adolescencia. El documental transcurre fluidamente entre las entrevistas a las cinco personas más cercanas a Cobain (sus padres,  su novia antes de la fama (Tracey Marander), Krist Novoselic y Courtney Love) quienes van desgranando pasajes a través de los años de juventud y finalmente presenta de manera resumida pero concisa su paso por la banda que definió el sonido de los 90's, desde los primeros demos y tocatas, pasando por el éxito descomunal de 'Nevermid' y las giras posteriores, se utiliza mucho metraje de la siempre presente televisión de la época, tomada de MTV y otros canales que transmitieron casi en directo muchos de los momentos que ahora vemos en retrospectiva. Finalmente, nos presenta los últimos meses de la vida de Cobain, describiendo de primera fuente su relación con Courtney Love, el momento en que nace Frances Bean (su hija) y todos los momentos complicados que vivieron como familia disfuncional y que atravesaron cuanto medio de comunicación existía en la época, sin embargo, sobrecogen las imágenes del hombre "chocheando" con su hija y cuesta creer como terminó con su vida entendiendo la relación que estaba estableciendo con esa niña.. acá uno podría sacar la conclusión que la vida entera de Cobain estuvo marcada por un tobogán emocional que nunca se logró estabilizar del todo, aunque pasaba por pasajes de lucidez, siempre volvía a la penumbra reinante.

Para cerrar, de las cosas que más me gustaron fue en contundente material audiovisual, que se pasea por las imágenes más icónicas de Cobain y la banda, el apoyo musical plagado de clásicos de Nirvana y la sinceridad a flor de piel que se transmite de las imágenes que uno está viendo. Un punto importante también es la solemnidad con que se trata el suicidio del protagonista, en una sola línea sobre un fondo negro. Lo único que no me gustó fue que don Dave Grohl no tuviese nada de participación como entrevistado (hace poco leí que por problemas de agenda entre el músico y la producción del documental... no se, en modo conspiranoico, no me lo creo...), quien por lo extrovertido, seguro tenía detalles sabrosos que aportar, esperemos que vengan como bonus en el DVD o Blu-Ray...

Redondeando, una excelente película que cualquier fanático del rock debería darle una oportunidad, porque querámoslo o no, Kurt Cobain marcó un antes y un después... el que diga que 'Nevermid' pasa inadvertido, sorry, creo que está sordo o miente :-)


PD 1.- El título viene de la frase que se repite incesantemente como coro en la canción "Sliver" y que viendo el documental cobra sentido perfectamente, Cobain siempre quiso una familia que lo acogiese, dando a entender que la separación de sus padres fue un momento que quizás nunca superó... además es lo que sonaba cuando empecé a escribir esto, en la versión de ese demoledor disco en vivo llamado "Live at Reading".

PD 2.- Cuanto escribí un tweet sobre la película, recibí un reply de una cuenta asociada a un documental que trata la muerte de Cobain llamado "Soaked in Bleach", visto desde el punto de vista de un detective que tiene antecedentes que esta no fue por suicidio sino por asesinato... quizás debemos ponernos nuestro traje Salfatiano y darle una oportunidad.