...la caja de lápices

A veces el cerebro humano se encarga de esconder los recuerdos en lo más profundo de su anatomía a la espera de que afloren en el momento indicado... ayer mientras cenaba con la Carola me acordé de una caja de lápices de colores de 24, algo que cuando tenía 8 o 9 años era algo que de cierta manera te daba status, más aun cuando uno proviene de un entorno donde siempre faltaba algo... mi mamá se encargó de guardarla y evitar que la malgastara en tonteras (siempre previsora, punto para ella...) a la espera de que se requiriera en algo serio, como la escuela, obvio!. A pesar de su militar proceder, después de constantes emboscadas infantiles a punta de "quiero pintar, quiero pintar, quiero pintar!!", cedió y lo pude usar para dibujar figuras de Robotech, The Thundercats o de Looney Tunes, que era lo que me llamaba la atención a finales de los 80's y probablemente a las pocas semanas ya no tenía los 24 colores y la mitad de los lápices habían sido devorados por el sacapuntas, independiente de eso, tenía muchos colores para pintar...


Esa caja de lápices quizás no tenga la importancia material para acordarse de ella, quizás ni siquiera merezca los minutos que le dedico a su recuerdo, pero estoy seguro que en Constitución no era común ver esos tipos de maravillas y si las habían, eran escasas en mi entorno, pero lo importante era que ese regalo venía de Santiago y como era habitual, lo traía mi tía Rebeca, hermana de mi abuela y que en esos años visitaba constantemente nuestra casa, trayendo siempre algún presente para el niño de la casa... con el tiempo se fue a vivir a Constitución y se convirtió en una persona natural del entorno...

En este momento, me es imposible no acordarme de como esperaba su llegada cuando anunciaba visita, siempre atento al pasillo de mi casa, debido a que las ruedas de su maleta sonaban mucho cuando entraba, también recuerdo los primeros panes de pascua que probé venían en su maleta y también que las primeras propinas que me gané en la vida venían de sus encargos al terminal... recuerdo también su apoyo cuando falleció mi abuela (creo el momento más duro que me ha tocado enfrentar en la vida...) y que siempre se preocupó de preguntar de cómo estaba el Leíto en Chillán o Santiago, muchos de mis recuerdos de infancia están asociados a su familia, los veranos con la tía Nelly, la tía Lucía o el tío Edgardo, sus hijos, en fin, hoy son recuerdos, la tía Rebeca partió a un merecido descanso en el lugar que su fe seguro le tiene reservado, así que lo mínimo que puedo decirle es Gracias!!...

...pictures of home

Han pasado ya cinco años desde el terremoto del 27 de febrero de 2010 (el ya popular 27F) y hay que reconocer que bastante agua ha pasado bajo el puente desde ese día horrendo... y como si el destino se encargara de eliminar algunas fechas amargas, el 27 de febrero de 2015 hemos dado el puntapié formal para la construcción de la casa de mi mamá acá en Constitución o la "Valdés Beach Manor" como me gusta llamarla. Este hecho también tiene asociado la demolición de lo que quedó de la casa antigua post-terremoto, limpieza del terreno y levantamiento de la obra...

Ayer hicimos el traslado de los muebles a una casa temporal que mi tía Lucía amablemente nos cedió mientras dure la construcción (3 a 4 meses aproximadamente) y a medida que metíamos en cajas las diferentes cosas, no pude evitar la avalancha de recuerdos que surgían en cada elemento, mal que mal son casi 35 años viviendo bajo el mismo techo, 30 años conscientes de vivencias que pasaron en esas habitaciones y que ahora no tendrán el "sustento físico" que las cuenten, en fin, como la Carola se aburrió de repetirme, esto es para mejor y eso es lo importante, sin embargo, no puedo de dejar de pensar que esas tablas albergan muchos de mis recuerdos más felices y también dos de los más tristes, pero bueno, es parte del progreso dar paso a lo nuevo y sólo quiero que llegue luego mayo o junio para comenzar a disfrutar de las comodidades de la nueva casa que tanto anhelábamos como familia desde que la naturaleza se encargó de recordarnos quien manda...

Esta es la última foto que le tomé a la casa, donde se aprecia la media agua que se instaló post terremoto, y la de abajo es una foto que me mandó una prima cuando recién llegué esta semana, ya que la ventana de esa cocina era el fondo predilecto para muchas fotos de la familia, primeros días de clases, cumpleaños, etc.... a ver si reconoce donde está este pechito :-)