...here is the soul of a man

El viernes pasado tocó por octava vez en Chile mi banda favorita. Sexta vez que los veo y espero que vengan muchas más. No voy a hacer una análisis detallado del concierto, ya que es tarde para eso y es poco lo que puedo agregar... hay buenos reviews dando vuelta por la red...

El año 2013 fue la segunda vez que la banda tocaba en el Estadio Nacional y esa vez decidí verlos sentado en Andes, como caballero, sin pelear en la cancha, sino pudiendo apreciar detalles más delicado de un show que siempre ha ostentado niveles de prolijidad altísimo, sin embargo la experiencia fue para el olvido. El viento jugaba malas pasadas y se escuchaba pésimo, la voz de Dickinson era errática y los instrumentos poco definidos... si a eso sumamos que venían presentando un setlist basado en mi disco favorito (Seventh Son Of A Seventh Son) la cosa fue "un desastre" y si no hubiese sido por Alice In Chains dos días antes, más lo grandioso del concierto de Black Sabbath dos días después, esa semana hubiese sido para el olvido (nótese que ni para post dio...)

Tres años después, con abundante agua pasada bajo el puente, volvemos a estar ahí, dispuestos a la renovación de votos, asistir a la misa que me devolvió la fe en mi banda favorita, una búsqueda de la perfección perdida por problemas de audio, que esta vez se superó con creces a punta de golpes de batería, cabalgatas en bajo y duelos de guitarra épicos, como nos tienen acostumbrados una de las bandas más importantes del orbe... Destaco lo bien parado que salió Dickinson, a quien por momentos temimos no ver más por el maldito cáncer, pero que sin embargo demostró que las pilas duran para rato!
Otro factor que le dio otro sabor a la comunión fue claramente la apertura con Anthrax, una de mis bandas regalonas, entretenida como ellos solos y conocedores a cabalidad de lo que el público quiere... me parece impresionante la forma en que leen los conciertos, saben justo donde poner "las sandías caladas", partiendo con "Caugh In A Mosh" y cerrando con "Indians", intercalando dos temas de uno de los mejores discos de este 2016: For All Kings (si aun no lo tasa, recomendado 100%)...

Para cerrar, me fui del Nacional con una sensación de plenitud inmensa, con más hambre "que piojo de peluca", pero contento, Iron Maiden no defraudó y eso es impagable. Que vengan las veces que quieran, acá estaremos esperando!!

Nota: Me faltó la Caro en esta pasada, estaba invitada al culto ese día, pero por razones más importantes decidió bajarse. Espero de todo corazón que me pueda acompañar algún día al templo, si se reía de mi por la locura en Foo Fighters, en Iron Maiden cuestionaría mi cordura...