...the gospel according Andrew O'Neill

Desde que leí el libro de Bruce Dickinson me han dado ganas de leer más libros relacionados con la música, quizás como una demostración más de procrastinación hacia los libros que sé que debería leer y que ya conforman un extenso backlog con cero priorización por parte del Product Owner aka yo... pero bueno, eso es harina de otro costal.


Para la navidad recién pasada mi Carola tomó una de las sugerencias de regalo que uno tira mientras camina por la vida, y me regalo un libro que se llama “La Historia del Heavy Metal” del escritor inglés Andrew O'Neill, que sin leer ninguna reseña me llamo la atención en una vitrina. Profundizando una vez que lo tenia en mis manos, me di cuenta que este autor es en realidad un comediante y por lo tanto su forma de escribir es bastante lúdica, con un montón de bromas en el pie de página y un par de chistes notables. Para ordenar las ideas algunos punteos, algunas cosas que me llamaron la atención:

  • Me gustó mucho como fue hilando los distintos periodos de la música, partiendo de las raíces y definiendo aspectos como proto-heavy y bandas que a su entender no son Heavy, salvo en Deep Purple, creo que concuerdo con su punto de vista.
  • Es brillante como presenta el génesis del movimiento a través de Block Sabbath, que es algo que todos podemos pensar, pero como lo cuenta me gusta mucho, hilando ideas del cristianismo pero a través de Iommi, Osbourne, Butler y Ward.
  • Me gusto la forma en que explicó el nacimiento y evolución de géneros como el Thrash, el Black Metal en todas sus olas y el Death Metal. Se nota mucho que son sus estilos favoritos y donde ha concentrado su mejor esfuerzo, aportando datos que personalmente desconocía, especialmente en el orden de aparición de bandas del thrash norteamericano.
  • Es evidente que Metallica es una de sus bandas favoritas y no tiene asco en decirlo, a pesar de que como fan entiende bien los ciclos por los que ha pasado el grupo y se agradece. Además concuerda en que St. Anger es algo que jamás debió pasar. Debo reconocer que el chiste de “Siéntate Lars” no termino de entenderlo.
  • El autor tiene una postura muy clara respecto a temas relevantes como el feminismo o el racismo, por lo que no le tiembla la pluma para bajar del pedestal a artistas que se fueron por un lado poco santo en estos aspectos, hay pocos, pero los hay y se agradece que se expongan los puntos y (IMHO) les den en el suelo.
  • Me gustó mucho el chiste final de cómo será el futuro del Heavy Metal, con esa sociedad gobernada a partir de la Ascención de Manowar a la presidencia (todo muy bien maquillado "para que no se note" que los palos se dirigen a Trump) y el disco de Guns N’ Roses que nunca se edita por diversas razones.
  • Siento que nunca llegó a cerrar el tema con Judas Priest, si bien lo plantea como uno de los precursores del género, siento que fue muy poco profundo en darle un mejor trato, quizás dedicarles algo más de espacio, como le dio a Black Sabbath, por ejemplo.
  • Donde realmente siento que traicionó mi alma de fan, fue al tratar tan suavemente la importancia de Iron Maiden a la historia... hubiese esperado un cariño extra a una de las bandas más populares del circuito, no se, por lo menos su capítulo detallado, pero bueno, no todo puede ser como uno quiere en la vida.

Como resumen, creo que es un libro muy fácil de leer, pero que si no se tiene un poco de contexto de épocas y/o bandas puede ser abrumador (me pasó con los estilos más desconocidos para mi). Un punto importantes es que la traducción al español está hecha en la Madre Patria y nuestros amigos son malos entendiendo que esto se leerá más allá de sus fronteras, por lo que algunos chistes o términos son muy raros para nosotros (hooooostia coño!)

La foto del autor que aparece en el libro...
Para el futuro tengo agendado leer “Trapos Sucios” (o “The Dirt” en inglés) un libro que habla de la historia de Motley Crüe, como para llegar preparado al estreno de la película en marzo por Netflix.

The Spanish Tour - Part 2: like a jewel in the sun...

La segunda parte del viaje a España la realicé en otra ciudad mítica: Barcelona, la Ciudad Condal. Después de dos horas y media de viaje en el tren rápido AVE, llegué el miércoles 23 de enero por la tarde, con un clima más que agradable, como para caminar de la estación al hotel que estaba a escasos 15 minutos. Después pedí indicaciones en la recepción y salí a caminar a la Plaza Espanya. Me llamó mucho la atención que a pesar de que la mayoría de la gente habla en español (y no en catalán como me lo esperaba), toda la señalética y los letreros de los negocios estaban en el idioma de Cataluña, lo que a primera vista es un tanto chocante. Llegué a un mall que está armado dentro de lo que fue una plaza de toros, conocido como Las Arenas, donde pude cenar una paella y pan tumaca (que lleva pan y tomate, más otras cosas que desconozco) y me hice una visión de la ciudad desde lo alto del mirador, quedando de inmediato sorprendido de lo grande y colorida que es.

Estatua en el Parque Joan Miró

Una paella tradicional, como diríamos en Chile "un manjars"
El día viernes, después de dar el curso que me llevó a cruzar el Atlántico, me fui a caminar por el barrio y después de descansar un rato en el hotel me fui a cenar al Hard Rock Café de Plaza Catalunya, como parte de la tradición familiar aunque esta vez no pude andar con la Caro y la Trini (aunque tengo certeza que iremos juntos algún día ✌️) y sé que podría comer comida tradicional y bla bla, pero son tradiciones que uno respeta! Cuando estaba ahí me di cuenta que estaba al lado del Paseo de Las Ramblas, por lo que rompí mis planes de acostarme temprano y me fui caminando desde la plaza hasta casi la estatua de Cristóbal Colón, donde existe una enorme cantidad de edificios antiguos y bonitos (aunque no pude entrar al Mercado La Boquería, porque estaba cerrado), muchos kioskos con comidas tradicionales, pasteles, helados, muchos artistas callejeros y un sin fin de colores por todas partes… llegando al final, me subí al metro que me dejaba a dos cuadras del hotel.

El día sábado me levanté temprano y después de un desayuno de caballeros me fui a la parada del bus turístico de la ciudad, dispuesto a conocer los “grandes éxitos” de Barcelona en lo que diera del día, ya que el tiempo no había más tiempo. Es increíble la cantidad de sectores diversos que existen, desde el Montjuic, donde estaban los edificios de las ferias internacionales y algunas ubicaciones de los Juegos Olímpicos del ’92, el sector del puerto que mezcla perfectamente lo moderno con arquitectura de varios siglos atrás, el sector del centro que tiene tiendas muy glamorosas (donde tuve que comprarme una camiseta deportiva manga larga por que el frio era insoportable, tanto que mi capa de grasa natural no era suficiente…). 

En el centro conocí dos casas diseñadas por Antoni Gaudí, uno de los personajes más emblemáticos de la ciudad. Después hice cambio de bus y me fui a conocer la famosa e inconclusa “Basílica de la Sagrada Familia” otra obra arquitectónica impactante y que a pesar de que lleva más de un siglo en construcción, no deja de ser hermosa. No entré a conocer el museo y otras atracciones, por que el tiempo no daba. Continué mi recorrido por el barrio alto de la ciudad hasta llegar al Camp Nou, estadio del Futbol Club Barcelona, probablemente uno de los más famosos del planeta y (lo que no sabía hasta ese día) el estadio más grande de España. A pesar de que no era tan importante como el Bernabéu para mi, igual impresiona el palmarés del club y la historia que llevan sobre sus hombros, sin nombrar la adulación extrema que se respira por Lionel Messi en cada paso del recorrido. Por la noche me fui a Las Ramblas de nuevo a comprar un par de discos y encargos, donde pude cenar de nuevo paella, es que eran muy buenas!!

Plaza de Espanya con La Arena de fondo

La estatua de don Cristóbal Colón, apuntando al mar, como corresponde a un marino

La casa "La Pedrera" (oficialmente "La Casa Milà") una de las obras de Gaudí por la ciudad

La imponente Sagrada Familia... ni me quiero imaginar cuando la terminen!

Una vista del Camp Nou... más que un club según la afición!
El día domingo planifiqué levantarme temprano, para hacer deporte y conocer algo en las escasas horas que me quedaban, así que combiné ambas. El día anterior me había comprado una camiseta y aproveché de traerme unas calzas para el frío y salí a trotar al Montjuic, quedaba a casi cuatro kilómetros del hotel, así que daba justo para correr la dosis justa ida y vuelta, y volver a recorrer un sector impresionante (que el bus pasa demasiado rápido en  mi opinión). De vuelta por el Parque Joan Miró, ducha, desayuno de campeones, arreglar maletas, una lectura como un señor en un restorant cerca, un viaje en taxi a la estación (donde me cobraron “impuesto a las maletas”, parece que en todos lados estos señores se las arreglan para sacarle unos centavos al “turista”) y de vuelta a Madrid. 

Vista de la ciudad desde Montjuic... quise subir a lo Rocky las escaleras, pero la verdad, el último tramo lo hice gatea... perdón, caminando

Lectura dominical antes de volver a Santiago... todo un señor!!
En el aeropuerto me comí el último sandwich de jamón queso y de vuelta a las trece horas de vuelo al caluroso y querido Chile. 

El último sandwich de jamón en el aeropuerto... I'll be back!!

PD.- El título de la canción es un verso de la canción "Barcelona" de Freddie Mercury y Monserrat Caballé... nunca está de mas citar al buen Freddie!!