...closer to the heart

Mi relación con Rush partió allá por el año 2000 cuando me dio por escuchar a Dream Theater después de que llegó a mis manos el ‘Once In A Livetime’ pirateado y en un par de conversas con compañeros de la UBB llegamos a una frase del tipo “...alucinas con Dream Theater y eso que no conoces a Rush…!” (El que no conoce a Dios a cualquier santo le reza), lo que claramente era un desafío aceptado con un rotundo “Efectivamente no los conozco, pero pásame algo para tasarlos…!!” frase seguida por un largo silencio, otro amigo acotó “Creo que son los que tocan Tom Sawyer”, no habían más datos, ni pistas: en los albores del File Sharing, nadie del grupo de compañeros tenía un solo mp3 de Rush. Después de investigar un par de días y sin una conexión decente a internet, me fui a pasear a Falabella del mall chillanejo y entre el vitrineo habitual de discos me encontré con el ‘Exit... Stage Left’, por lo que después de evaluar la inversión, me lo compré en las habituales 6 cuotas…

Después de un par de minutos de escucha entendí todo, la banda sonaba muy diferente a lo que escuchaba por esos años, pero el talento descomunal se podía sentir en cada segundo que pasaba y aunque obviamente la batería del profesor Neil Peart me dejó knock out, la voz de Geddy Lee generó anticuerpos inicialmente, pero con el pasar de los temas encajó perfectamente. A Alex Lifeson lo aprendí a escuchar con el tiempo, mi cariño hacia el maduró con los años como dirían los abuelos...


La verdad es que venir a hablar de lo grandes que son los canadienses es ser redundante y hasta latero, pero la calidad de cada track de este disco en vivo es despampanante, ya siendo patente el cambio de sonido a algo “más oreja” iniciado en ‘Permanent Waves’, sin dejar de lado las melodías y arreglos intrincados propios de un estilo donde son uno de los buques insignia. Piezas como “Tom Sawyer”, “Red Barchetta” muestran el disco que promocionaba la gira, mientras que “Closer To The Heart”, “The Spirit Of Radio” y “Freewill” nos conducen a pasajes más tranquilos y radiales si lo queremos catalogar, así como “Jacob’s Leader”, “Xanadu” o la mítica “La Villa Strangiato” nos recuerdan lo complejo que pueden llegar a ser los arreglos con los tres genios inspirados. No puedo no destacar la versión hermosa que se marcaron de esa majestuosidad de tema como es “The Trees”.


Con el tiempo llegaron los programas de P2P y la cosa se simplificó, pero no fue hasta que conocí al amigo Álvaro Díaz que no supe lo que era un fan de Rush (que ojo, dentro de la comunidad musical pelean el talibanismo a los fans de KISS), con quien tuve acceso a más discos y más historias de esas que cimentan la leyenda de estos verdaderos nerds del prog rock.

Demás está decir que desde esos días hasta ahora, la Santísima Trinidad del Rock Progresivo se transformó en una de mis bandas regalonas, principalmente por esa tremenda gama de estilos que cruza su basta discografía, pero con una consistencia y valentía digna de admiración, aun cuando navegaron en un mar de sintetizadores y melodías más plásticas a mediados de los ochenta, retomando un sonido más duro ya arrancando los 90s, siempre demostrando que el talento es algo que sobra en estos tres monstruos. Cuando se hizo oficial que ya no girarían más (por lo problemas de salud que el octópodo Neal Peart sufre) di gracias al cielo por la oportunidad de haberlos visto hace ya casi 7 años… impresionante show, impresionante setlist y un carisma único de parte de los maestros!