...safe in the light that surrounds me

Hablar de Dream Theater es hablar de una banda que personalmente quiero demasiado, marcó mi paso por la Universidad, me hizo afianzar amistades a través de conversaciones interminables (*) y me ayudo a crear amigos llegando a Santiago en 2005 (aunque con uno en particular no nos hablamos casi desde 2004, shit happens!). Es así de simple: creo que es mi cuarta banda favorita (después de Iron Maiden, Metallica y Guns N Roses) y a pesar de que empecé a escucharlos con un disco con un sonido relativamente débil (“Once In A Livetime” allá por el 2000), de a poco fui entrando en el talento inmenso de una banda que no tiene medias tintas: le odias o le amas, tal como la Santísima Trinidad del Rock Progresivo (aka Rush)


En esta séptima visita, además de presentar su último disco (el sobresaliente “Distance Over Time”) lo aderezaron con un setlist que incluyó la ejecución completa de su pieza clave “Metropolis Pt 2: Scenes From A Memory” lo que lo convirtió en un imperdible de fin de año. Para los que no logren situar este tremendo disco de 1999 en su radar, es probablemente el mejor disco de los neoyorquinos (opinión que esta prestigiosa cuenta respalda, es el mejor, nada que hacer) y lamentablemente siempre nos había tocado disfrutar temas sueltos, jamas hilados para contar la maravillosa historia de amor y asesinato de Victoria Page. Pero eso se acabó el domingo pasado (15/12/2019), después de 20 años, sonó de cabo a rabo en la larga y angosta franja de tierra.

Ver "Scenes From A Memory" sin Mike Portnoy es algo doloroso, por eso elegí cuidadosamente el outfit para el evento, rindiendo tributo al gran baterista que hace 9 años dio un paso al costado...

Con la Caro y los amigos Chabex, Lucho y Claudia, compramos la entradas hace rato, y si bien no teníamos las mejores locaciones del recinto, se veía bastante bien, aunque el sonido no le hizo justicia 100% a la tremenda ejecución, sonaba saturado a ratos, quitándole piso especialmente a Mike Mangini. Después de que sonaran cuatro temas del “Distance Over Time” (“Untethered Angel”, “Fall Into the Light”, la fantástica "Barstool Warrior” y "Pale Blue Dot"), una buena versión de esa brutalidad que es “A Nightmare To Remember” de 2008 y "In the Presence of Enemies, Part I” de 2007, vino una pequeña pausa para buscar comida y nos fuimos con el reloj de “Regression” y la mesa servida completamente para esos 77 minutos de pura magia: el air drumming de “Overture 1928”, la de veces que he repetido esa rutina!, “Strange Deja Vu” para calentar la garganta, el cabeceo hasta quedar con tortícolis en “Beyond This Life”, el karaoke masivo con “Home”, vuelta al air drumming en “The Dance Of Eternity”, el coro perfecto que se armó en el Arena Movistar para esa monstruosidad que es “The Spirit Carries On” (dejo por escrito lo que le dije a la Carola: “esta tiene que sonar fuerte y clara en mi velorio”), para cerrar con "Finally Free”, poniendo fin a algo que de verdad muchos llevábamos esperando muchos, pero muchos años. Para el cierre dejaron una del último disco y es que a pesar de que nada más era necesario, "At Wit's End” puso la cuota de calma, que también se percibe al escuchar el álbum.

Momento de iluminación con celulares ad-hoc para esa hermosa pieza como es "Through Her Eyes"

Sobre la banda, algunos comentarios: a John Myung lo vi muy movido, más de lo habitual (y eso es preocupante), Jordan Rudess una máquina del teclado, con una cantidad abismante de artilugios tecnológicos, incluyendo el zenriffer que hace rato ocupa en vivo, James LaBrie con una actuación no sobresaliente y quizás haya sido por que se sentía enfermo como precisó varias veces… John Petrucci, cresta madre, como te echaste la banda encima viejo querido! que precisión, que soltura, como dijo Lucho: “atinó a cada nota, como si estuviese sonando el CD” y finalmente Mike Mangini: un baterista que toca casi tres horas de show y no transpira, con una técnica increíble (salvo por lo que intentó hacer al final de “Finally Free” y que de verdad nadie entendió que sucedió ahí), pero que tiene menos alma que una piedra, estoy empezando a creer que es un robot, definitivamente.

Saliendo del Arena, pasamos por unas papas fritas y una conversa entre los cinco: nada más que decir, con la adrenalina a tope a procesar un concierto tremendamente contundente, que cumplió a cabalidad las expectativas que teníamos hacía varios meses, mal que mal, compramos las entradas en la preventa! 

Reponiendo energías con la Caro y amigos a punta de papas fritas... de campeones!

(*) Hace años tengo una tradición para un grupo selecto de bandas: no escucho los nuevos discos hasta que lo tengo el CD en mi poder, lo que me obliga a ir a la tienda, comprarlo y procesarlo. En el 2003, cuando Dream Theater había editado "Train of Thought", el amigo Jano González junto con el Claudio Briones (otro prócer de la UBB) estaban escuchando algo que sonaba muy pesado y me dijeron "cacha como suena lo nuevo de Megadeth", a lo que mi sexto sentido me hizo dudar de la banda y no caí en semejante traición... cuando uno es nerd, es nerd de verdad señores!

No comments: