Italian Tour Parte 1: Paseando por Roma

En mi casa de infancia habían pocos libros, por lo que para matar las tardes o las mañanas uno se repetía el mismo material una y otra vez. Uno de los libros que recuerdo con más cariño es uno que era de mi mamá, de su paso por la básica y que era de Historia. Ahí me enteré de quien eran los egipcios, los griegos y los romanos, así como también quienes eran los grandes maestros del Renacimiento: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel (a Donatello lo conocí post Tortugas Ninja, perdón la ignorancia), así que en mi memoria de toda la vida, han estado esos textos e imágenes como referencia. Cuando decidimos el lugar de las vacaciones con la Carola, siempre estuvo el espíritu de recorrer Italia debido a que era uno de los lugares favoritos de ella, pero a mi me motivaba mucho conocer las ruinas del Imperio romano y ver las obras de arte de los los grandes maestros y de eso en la capital italiana hay harto.

En el primer día nos fuimos a conocer los museos del Vaticano, donde pusimos foco en las colecciones del la Capilla Sixtina y la increíble demostración de grandeza que es la Basílica de San Pedro. Ambas con su belleza propia, nos muestran unas obras increíbles: El Juicio Final de Miguel Ángel, desplegado en un salón es sobrecogedoramente detallado, mientras que la arquitectura de San Pedro es una oda al ingenio humano a lo largo de los siglos. A pesar del cansancio de 15 horas de vuelo, cambio de horario complicado (en Italia son 5 horas más que acá), el recorrido estuvo increíble, a pesar de tener que subir más de 500 escalones para llegar a la cúpula de San Pedro.

La plaza de San Pedro, desde la cúpula de la Basilica del mismo nombre
El martes fuimos a un lugar que siempre quise conocer: El Coliseo Romano. A pesar de la fila, vale la pena 100% la espera. Una obra impresionante, que tiene cicatrices evidentes del paso de los años y las numerosas intervenciones que ha tenido (desde cantera de material para otros edificios, hasta su uso como castillo) pero que nos muestra lo grande que llegaron a ser los constructores hace casi dos mil años. La visita guiada por los subterráneos también enseñan las condiciones inhumanas en que se desenvolvían los esclavos y los ingenios que armaban para satisfacer el circo que pedían los casi 65.000 mil espectadores que soportaba el edificio, incluyendo al Emperador de turno. La tarde la completamos recorriendo el Foro romano y el Palatino, lo que da una vista muy abstracta de como funcionaba la ciudad a inicios de la era cristiana. Cerramos la jornada por la Vía Corso, en el centro de Roma, coronada con una bestialidad de monumento que es la Piazza Venezia, con un conjunto arquitectónico desarrollado por Víctor Manuel y que demuestra que los italianos, en general, no se andan con chicas.

El Coliseo Romano, tomado desde el Templo de Venus, para aprovechar la altura

Piazza de Venezia, con el monumento a Victor Manuel de fondo
El miércoles volvimos al centro, para conocer la mítica Fontana Di Trevi, que por momentos nos recordó al Toro de New York: repleto de gente, en su mayoría orientales, haciendo cuanta peripecia existe para lograr una foto. El monumento en si es precioso, pero creo que es más recomendable ir más temprano y quizás no en día festivo (el 15 de Agosto es feriado en todo el mundo cristiano al parecer y los italiando en particular se lo toman en serio). Después enfilamos nuestro camino al Panteón de Roma (o de Agripa según el autor) y lamentablemente esta cerrado, pero por fuera es algo ya grandioso de ver, sobre todo junto a la plaza que lo antecede y el Obelisco que está en frente. Para la tarde íbamos a ir a la Iglesia de San Pietro In Vincoli pero nos encontramos con un temporal de lluvia, truenos y relámpagos que más allá de mojarnos, nos dejó bien asustados, era impresionante como “se caía el cielo”. Para la tarde dejamos una ida agendado al Hard Rock Café, para sellar una tradición familiar, bien bueno en general, sobre todo por que a la entrada tienen el estilista de los Smashing Pumpkins de su pasada por Chile en 1998... ceacheiiiiiii!!

La Fontana di Trevi, hice lo que pude, es gigante y llena de gente

El Panteón de Agripa, hermoso monumento y quizás el mejor conservado de todo el Imperio
 El jueves la Carola había organizado una visita a Herculano y Pompeya (Ercolano y Pompei en italiano), ambas ciudades mudos expositores de la furia del Volcán Vesubio y que fueron borradas del mapa en agosto del 79 DC. Llegamos en un tren increíble a Napolés y de ahí en un Metrotren a Ercolano, pueblito costero y que tiene muy bien conservadas las ruinas del evento volcánico. Es desolador recorrer las calles y sobre todo la escena final: muchos esqueletos encerrados en una bóveda del puerto, donde la gente se escondió para huir del calor, pero fueron quemados de manera bestial. Hay que considerar que Ercolano queda más cerca del Vesubio, por lo que la gente murió presa del calor y los gases tóxicos, mientras que en Pompeya la muerte tomo forma de ceniza y material expulsado violentamente. Por la tarde llegamos a Pompeya, donde la ciudad es claramente más grande, con mucha más gente y no nos dio para recorrerlo en las horas que contábamos (el pasaje de vuelta estaba ya agendado así que teníamos esa restricción). Llegamos y avanzamos hasta donde se ubicaba el anfiteatro, donde en los 70’s Pink Floyd grabó su mítico documental, para más tarde irnos al Jardín de los Fugitivos, donde se encuentras replicas de los cadáveres encontrados “petrificados” por la ceniza. En líneas generales, es muy desolador pensar en la desesperación que generó el evento volcánico y el nivel de furia con que se manifestó la naturaleza para arrasar de esa manera tan cruel con toda esa gente. En la salida existen algunas representaciones de como era Pompeya antes de la erupción y ahí uno se puede dar cuenta de cuanto habían avanzado y cuanto debió expulsar el Vesubio para taparlo todo.

Unos turistas le pidieron a la Carola que les tomara una foto y les cobré una de vuelta en Pompeya, hay pocas donde salgamos los tres y que no sean selfies... y salgo horrible (más de lo habitual) en las selfies

El anfiteatro de Pompeya... ahi mismo toco Pink Floyd y don David Gilmour
Finalmente, el viernes teníamos planificado movernos a Venecia, por lo que nos levantamos temprano y fuimos a la plaza San Pietro In Vincoli (algo que nos impidió la lluvia de la tarde del miércoles) donde está la famosa estatua de Moisés del Miguel Ángel y el relicario con las cadenas con que apresaron a San Pedro en Jerusalén, para después movernos rápidamente de vuelta al Panteón de Agripa, para poder verlo por dentro... allí está la tumba de Rafael de Sanzio (uno de los grandes artistas del renacimiento) y de los dos primeros reyes del Reino de Italia (siglo XIX). Con esto, dimos por cerrado nuestro paso por la capital italiana, con mucho conocido, pero con la sensación personal de haber visto poco.

La majestuosidad del Moises de Miguel Angel... asombroso el nivel de detalle
Es necesario contar que todos los recorridos los hicimos a pie en su totalidad, por lo que quedamos en extremo cansados día a día, pero a su vez, esto nos permitió contemplar la grandeza de esta ciudad. En cada manzana del centro existe alguna iglesia o edificio de una belleza pocas veces vista por este humilde servidor así que es muy recomendable hacerlo de esta manera. Otra recomendación, es tratar de contar con guías para los recorridos, para entender de mejor manera el contexto histórico y social asociado.

PD 1.- El libro del que hablo en el primer párrafo lamentablemente se perdió (como tantas cosas) después del terremoto del 27F, una pena, me hubiese gustado volver a hojearlo post viaje :-(
PD 2.- En San Pedro se nos fue ubicar "La Piedad" de Miguel Angel, por lo que creo habrá que volver a saldar esa deuda con el capo Buonarotti :-)
PD 3.- Aun no nos olvidamos de los desayunos en "La Licata"... algún día volveremos por el sandwich de prosciutto y mozzarella...!!

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