...song of ice and fire

Ayer estábamos con la familia en Curicó y de la nada se me vino a la cabeza el coro de “Ride the Lightning” de Metallica y se me quedó pegado por toda el resto de la Noche Vieja. Justo la semana anterior había estado escuchando harto de Metallica en Spotify (debido al cumpleaños del buen Lars Ulrich) y me sorprendió lo bien que sonaba la versión remasterizada del segundo disco de los oriundos de San Francisco. Así que como buen propósito de Año Nuevo, me tire el disco completo mientras hacía elíptica para pagar lo consumido el día anterior.


No vamos a descubrir la rueda señores, este álbum entra fácil en cuanto ranking de discos aparece y creo que esto se debe principalmente a la evolución que demuestra respecto al inmortal ‘Kill ‘Em All’: mantener los inmisericordes riff y velocidad, pero mezclándolo con composiciones más ambiciosas y estructuras musicales bastante más evolucionadas, lideradas por las ideas del productor Flemming Rasmussen y la influencia en la composición de Cliff Burton, quien pudo participar más que en el disco debut, donde ya estaba todo compuesto por el trío Hetfield / Ulrich / Mustaine.


El arranque con una guitarra acústica seguro revolvió el estómago a varios metalheads a mediados de 1984, pero hay que reconocer que la fórmula de “Fight Fire With Fire” es un golazo de media cancha (y reutilizada en varias ocasiones después por la misma banda), ya que después de un par de notas acústicas explota un riff marca registrada de Hetfield/Hammett. El segundo track que da título al disco está inspirado en un condenado a la silla eléctrica que no fue culpable del crimen que se le imputa y también nos entrega un himno que se sostiene hasta nuestros días. “For Whom The Bell Tolls” es una canción de esas que marcaron mi existencia, la partida con el bajo, la batería perfecta de Ulrich y la expresividad de Hetfield en vivo la convierten en una de mis canciones favoritas de la vida. La estructura tipo balada de “Fade To Black” fue otro golpe bajo a los corazones thrasheros, pero hay que reconocer que está fácil entre las mejores canciones de la agrupación. Inspirada en la desazón generada en Hetfield el robo de los instrumentos tres semanas antes de entrar a grabar, la estructura melódica (iniciada acústica y terminada en un creciente riff) nos demuestra lo inspirados que estaban. El riff inclemente de “Trapped Under Ice” nos conduce a la mente de un hombre que despierta de una criogenia, hasta el día de hoy no entiendo por qué no la tocaron en el concierto en la Antártica!!. Con “Escape” vamos a una canción que fue despreciada por la banda durante 28 años (nombrada por ellos como "la canción que nunca ha sido tocada en vivo"), ya que según dice la historia, fue escrita para satisfacer las necesidades de un single radial que nunca fue lanzado como tal, maldición terminada en 2012 cuando tocaron el disco completo en Atlantic City. Gran detalle el de la sirena al final, que la situó cerquita de la de “War Pigs” de Black Sabbath o “Firehouse” de KISS para este servidor. La penúltima canción también entra en la categoría de himno: basada en las plagas que describe el Antiguo Testamento se esparcieron sobre Egipto para liberar a los hebreos “Creeping Death” es un tema diseñado para desatar el mosh en vivo, desde el riff inicial hasta la invitación a gritar “die!" como un mantra, mientras suena la base rítmica de manera marcial. Para el cierre, un instrumental de casi 9 minutos que es la última demostración que la banda estaba para grandes cosas: “The Call Of Ktulu” basado en un cuento de H.P. Lovecraft del mismo nombre y nos lleva por varias secciones diferentes, que tomó un color diferente con los arreglos de Michael Kamen para el concierto "S&M", siendo el último track donde se acredita la participación de Dave Mustaine (junto a “Ride The Lightning”) en material de Metallica.

En resumen, un disco que si o si debe ser escuchado y disfrutado como corresponde, que puso por lo menos cinco temas para los setlist de la banda hasta hoy y que representa la época de crecimiento y ganas de comerse el mundo de un grupo que ya demostraba poco miedo a la hora de experimentar (para bien o para mal) llevando sus estructuras musicales al límite.


Dejo el playlist desde Spotify con la versión remasterizada que incluye varios conciertos de la época para hacernos la idea de cómo sonaban en vivo en los tiempos en que se cimentaba la carrera hacia la cima del trono del Heavy Metal (aunque suene pomposo).


PD.- Acá el link en Youtube al concierto donde se despacharon esta joya completa.

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