...wanna be startin' somethin'

Hay ocasiones en las que hablar de ciertos discos es caer en un conjunto de lugares comunes y redundar en datos que los más probable es que todo el mundo conozca… El disco que hoy nos convoca cae en esa categoría ¿Es necesario realmente escribir del álbum más vendido de la historia? ¿es necesario escribir sobre un disco que debe tener 2 o 3 de las canciones mas escuchadas de la vida? La verdad, no tengo idea, pero creo que nunca está demás rendir tributo al rey del pop y su obra máxima.


En el contexto histórico, nos encontramos frente al sexto disco de Michael Jackson, editado con la difícil misión de superar al exitoso “Off The Wall” cuenta con la coproducción de Quincy Jones, continuando la senda de los ritmos disco, R&B y rock de su predecesor. El disco arranca con “Wanna Be Startin’ Somethin’” derrochando un groove envidiable e incluyendo versos en suajili al final para acrecentar la fiesta, “Baby Be Mine” toma las raíces más funk de ese lento que el maestro Barry White popularizó, continúa con la delicadeza de “The Girl Is Mine” con dos actores peleando por la misma mujer, para dar paso a las tres más grandes canciones de este disco (de esas que pasarán a la historia como “canciones que hasta mi abuela conoce”) partiendo por los terroríficos sonidos de “Thriller”, los rockeros patrones sonoros de “Beat It” (para mi la mejor canción del disco, sin lugar a dudas) y la inmortal “Billie Jean” que sacude con un bajo majestuoso afirmado por una batería bien monótona, para dejar la base a una de las mejores canciones del pop. El siguiente track “Human Nature” devuelve la calma al disco, pero solo como antesala a "PYT (Pretty Young Thing)" que demuestra todo el potencial para crear piezas listas para la pista de baile. El disco cierra con una balada en toda la extensión de la frase “The Lady In My Life” pone la guinda a la torta de 42 minutos.


Ahora, ya con el talento de Jackson más la genialidad de Quincy Jones podría ser suficiente, pero no, además de ellos hay varias colaboraciones que convierten a este disco en un universo de talentos: Eddie Van Halen aporta con el solo de “Beat It” (los golpes en la puerta son reales, dicho sea de paso), Paul McCartney contribuyó en la composición y voces de “The Girl Is Mine” y los profesores de Toto (Steve Lukather, David Paich, Jeff Porcaro, Steve Porcaro y Greg Phillinganes) fueron músicos de sesión en varios de los tracks del disco (pocos meses después de la edición del exitoso Toto IV, con 6 premios Grammy a su haber, por lo que decir que andaban prendidos es poco) o Vincent Price (actor de cine de terror) en la voz terrorífica en varios pasajes de la canción “Thriller”.


En el plano personal, cuando era muy chico (3 o 4 años), me paseaba por el patio de mi casa y en ocasiones (casi siempre, la verdad) terminaba entrando a la casa de mis tíos y primas, donde el domingo por la tarde siempre estaba puesto Más Música y ahí me acuerdo haber quedado helado con ese video de los muertos que salían de las tumbas, el hombre lobo, la niña arrancando y la coreografía de los zombies que sigue siendo lo máximo en coreografía de muertos vivientes (sino pregúntenle a la Trini que identifica a Michael Jackson con los zombies bailarines)! ¿Qué niño que haya vivido en la década de los 80’s no intentó hacer el paso Moonwalker?, personalmente esperaba que el piso de la casa estuviera recién encerado y lo practicaba!! (después de 30 años si mi mamá lee esto puede entender por qué el encerado duraba poco…)

Recuerdo que cuando tenía 13 años mi mamá me regaló un personal stereo donde por fin podía escuchar música, ya fuera en la radio FM o en cassette, sin embargo, este segundo medio tenía un problema grave: en mi casa no habían cassettes, así que como segunda patita, debí pedir plata para comprarme alguno. En esos momentos es cuando la vida te empieza a enseñar como funcionan las cosas, mi abuela no tenía mucha plata y me regaló luca (CLP 1.000 en 1993 era dolorosa para la familia) para que me comprara un cassete y lo único para lo que me alcanzó fue para uno pirata en un kiosko que había en la esquina de mi casa, atendido por un joven que bailaba toda la mañana como Michael Jackson… como no tenía idea que quería comprar, me decanté por lo conocido y a pesar de los traumas generados en la niñez y el video de los zombies, me compré esta maravillosa pieza y el resto, es historia contada en los párrafos anteriores!!


PD.- el patrón de batería presente en “Billie Jean” fue lo primero que toqué en batería y aunque es simple, me emocione al escuchar el bajo de fondo y yo tocando encima… otra razón para tributar esta joya!!

PD 2.- La foto del disco al inicio del post es la edición que tengo ahora en CD... las versiones con artistas nuevos son malísimas... nada más que aportar al respecto!

...a kind of magic

Hace varios meses atrás la Carola me planteó la idea de irnos de vacaciones a Orlando para conocer los parques Disney y aprovechar que la heredera creemos estaba en una edad de disfrutarlo a concho. Después de darle un par de vueltas a las opciones pusimos manos a la obra y logramos tener todo comprado / reservado para febrero miércale… Mickey Mouse here we go!!!

Teníamos el alojamiento dentro de uno de los hoteles de Disney, por lo que la cosa es fácil desde el aeropuerto (aunque el viaje fue muy largo) y desde ahí uno comienza a vivir la “Experiencia Disney” donde todo funciona de manera perfecto y donde unos siente que cada paso que da está perfectamente cronometrado y planificado. Desde el hotel teníamos transporte directo a los parques y entre ellos, así que la cosa salió facilita.

Dentro de los parques la cosa es espectacular, todo funciona, la gente tiene cara de contenta y está al servicio de que el turista lo pase excelente, las filas se demoran la cantidad de minutos que indican en la entrada, las normas de seguridad son buenísimas, la comida es rica (y aunque es cara, tampoco es algo impagable para un núcleo familiar pequeño como el nuestro) y el ambiente en general está armado para que te sientas como cabro chico y acá es donde está una de las cosas que más valoro: después de un rato me sentía un cabro chico más dentro del parque donde todo comenzó a llamarme la atención y encontrarlo bacán (a pesar del miedo que he profesado a las montañas rusas y que eran mi principal traba antes del viaje). Hablando un poco de los parques:

  • El parque que más me gustó creo que fue Hollywood Studios, por todo el tema Star Wars que lo rodea (ya tenía la mitad de mi corazón ganado) y porque a la única montaña rusa que disfruté 100% fue a la de Aerosmith, donde canté “Back In The Saddle” y “(Dude) Looks Like A Lady” todo el trayecto… a grito pelado (disculpas a la gringa que iba a mi lado: shit happens!) Me saco el sombrero, el mejor simulador 3D al que me subí... hasta que conocí los de Harry Potter (otra cosa la verdad!)
  • Magic Kingdom hace gala de toda la historia que tiene Disney produciendo historias, por lo que en cada rincón hay algo a lo que sacarle foto. Las niñas del grupo lo amaron y yo lo pasé bien, incluso en Space Mountain donde no abrí los ojos... así de gallina señores!!
  • En Animal Kingdom me faltó un poco más de Rey León (aunque anduve todo el día con eso de "Ya quisiera yo ser un rey!!") y como no soy muy fan de los animalitos, como que no me sorprendió mucho, aunque el ascenso al Himalaya y la aventura con el Yeti fue increíble.
  • Epcot lo encontré algo más plano que los otros (pocas atracciones bombásticas en el poco tiempo que le dedicamos) aunque el simulador de vuelo espacial es increíble y en un momento pensé ¿Que diablos hago arriba de esta cosa?
  • Fuimos un día a Universal, donde las montañas rusas son “the real” tormento, donde logré esquivar las más grandes gracias a que la chica no se podía subir (menos mal, yo las vi y pensé en la resistencia de mi estómago). Acá es Marvel y Harry Potter los que se roban la película, además que nos encontramos con la fiesta de Mardi Gras, por lo que el color y la música inundaban todo… no hablaré de la atracción de la momia ya que aun mi cuello no se recupera de las sacudidas imprevistas ya que pensamos que sería más tranquila.
La noche que fuimos aUniversal pudimos cenar en el Hard Rock Café, por lo que puedo tachar uno más de la lista, ya van 4 conocidos. Pensé que la Trini se aburriría, pero los lápices de colores y la pizza ayudaron a que eso no sucediera.

Finalmente, lo que más rescato de este viaje es la cara de felicidad de la Trini al mirar cada cosa en los parques, todo le sorprendía y podía dar rienda suelta a su imaginación, bailar por la calle, abrazar a los personajes, comer cosas nuevas, correr de un lado a otro, etc. Además aun me sonrío al recordar la cara de felicidad de la Carola, el castillo de la Cenicienta creo que será algo difícil de superar y su sonrisa de oreja a oreja lo evidenciaba.


Varios amigos me han preguntado si volvería y mi respuesta es: Pero por su puesto…!! Sin pensarlo, si cuento con el presupuesto, cuenten conmigo…!!! Y la tentación para el 2019 es innegable, cuando se espere que el parque temático de Star Wars se encuentre operativo… ayayai mamita!!