...you're goddamn right

¿Les ha pasado alguna vez que todo el mundo les habla de algo y ustedes no se dan el espacio para procesarlo? Quizás por tiempo, prioridades o vagancia uno no se da el tiempo para engancharse con series o películas. Personalmente, por ahí por 2012 me pasó en dos momentos y ambas desde la misma fuente: mi gran amigo Alejandro Gonzalez. Durante un tiempo siempre me hablaba de dos series totalmente diferentes y le hice caso sólo con una: “How I Met Your Mother”, en unas vacaciones creo que vi 5 temporadas al hilo (había poco que hacer en esos años…) y definitivamente fue un gran consejo! Sin embargo, con su segunda recomendación no lo pesqué: Un profesor de química que le diagnostican cáncer y que decide cocinar metanfetaminas para amasar una fortuna y asegurar a su familia…. mmmm nop, no prendí. Las confabulaciones astrales hicieron su pega y los amigos José Luis, Mágico y Alexis empezaron a hablarme de lo mismo en la oficina nunca enganché… leía siempre que era lo mejor del género, pero no… Mi primo me la recomendó, mi compadre Racuna la recomendaba, pero con recelo, pero nop, no piqué... hasta que llegó Netflix a esta casa...


Una tarde estábamos con la Carola desvariando respecto a que no aprovechábamos esa suscripción, creo que pasando las penas por el fin de temporada de “Game Of Thrones” y decidimos darle una oportunidad a Mr. White & Co. y debo decir que fue una de las mejores decisiones que hemos tomado… definitivamente es una serie increíble, al contrario de otras que vemos habitualmente, acá no hay una coma de los diálogos que sobre, cada capítulo dejó algo y cada personaje tiene una razón de ser. Si bien el esqueleto de la serie es lo subrayado en el párrafo anterior, el espiral que se enrolla en los 62 capítulos de la serie (distribuidos en 5 temporadas) es de lujo. Todos los días llegaba a la oficina y le contada al amigo JL lo que había visto y siempre recibía un “y espérate lo que se viene, eso no es nada” (aprovecho la tribuna para agradecer su respeto por evitar los spoilers, si había alguien que me podría haber destrozado la experiencia, no lo hizo!) Varios me habían dicho que había que aguantar las dos primeras temporadas y la verdad es que no, no encontré que fueran lateras, aunque hay que reconocer que a partir de la tercera empiezan a brillar personajes claves en el desenlace (Hank, Mike, Saul, Gus, etc.) poniendo más condimentos a las aventuras iniciales de Walter White y Jesse Pinkman… Incluso, cuando llevaba la primera temporada me contaron como terminaba Heisenberg, pero nada, era demasiado bueno como para perderse el camino hasta ese desenlace!!


Quizás el hecho más destacable de la serie es la evolución (¿o involución? discutamos…) de Walter White, lo que partió con la intención de formar una pequeña fortuna, terminó convirtiéndose en un imperio de narcotráfico poco viable de mantener sin la frialdad alcanzada, algo que a esta altura, mirándolo en retrospectiva es el flujo lógico de alguien que desconoce el negocio al que se mete y pretende controlar con el tiempo (¿o no Michael Corleone?) Hubo momentos clave que a uno le hacen sospechar que ya no hay vuelta atrás, pero el argumento de la serie se encarga de volverte a encantar y golpearte de vuelta con algo nuevo ¿que fue lo mejor de todo? complicada respuesta ¿el desenlace de Jane y entender que WW no tenía vuelta atrás? ¿como ajustar cuentas con Gus? ¿el tipo amarrado en el sótano? son demasiados momentos buenos y demasiados diálogos de antología ("I am the one who knocks!")


Finalmente, hay que reconocer que en este momento siento un vacío en el alma seriéfila, lo siento, ahora que sabemos que pasó con Mr. White, que vimos el capítulo Ozymandias (y concuerdo con quienes lo califican como lo mejor de la serie y de todas las series), ahora que entendemos en que termino lo que partió con humildes ‘cocinadas’ en el desierto, solo podemos sacarnos el sombrero y mirar con respeto al más grande… Solo como contraste, acabamos de ver el primer capítulo de la temporada siete de "The Walking Dead" y a pesar de lo sanguinario de Negan, fue como "meh"... Viva Heisenberg y veamos si el tiempo nos da un argumento tan bueno como para engancharnos de la misma manera con otra serie…

...same old song and dance

El domingo pasado se dejó caer en nuestras tierras una de esas bandas icónicas que nos dio la tierra del Tío Sam. Aerosmith es un grupo que forjó su legendaria carrera en los 70's con discos fundamentales para entender la evolución del rock durante los últimos 40 años ('Rocks' o 'Toys in The Attic', por nombrar algo), siendo influencia directa de bandas que en los 80's cambiaron el panorama musical por lo menos durante 7 u 8 años (cuanto le debe Axl Rose a Tyler o Slash a Perry, incalculabe...). Lo interesante de los bostonianos a mi parecer es como se reineventan después de una crisis profunda, volviendo a finales de los 80's con tres discos brillantes en mi opinión "Permanent Vacation", "Pump" y "Get a Grip", dando una vuelta de tuerca a su sonido clásico, matizándolo con un rock mucho más radial pero sin perder la esencia blusera de toda la vida.



En el marco de una gira de despedida que tiene toda la pinta de ser "con elástico", la fecha agendada para Santiago pintaba para un show lindo, las entradas estaban agotadas hace semanas y se leían buenas críticas de las performances anteriores. Nosotros con la Carola teníamos un "problema logístico" que nos hizo transpirar para llegar, pero cumplimos y a las 20:10 la base de la banda (Joey Kramer, Tom Hamilton y Brad Whitford) aparece en el escenario para dar la entrada a los ex Toxic Twins, Steven Tyler y Joe Perry son la guinda de la torta para arrancar con "Back In The Saddle" pegada con la siempre popular "Love In An Elevator", iniciando una seguidilla de éxitos que mezcló bien su época clásica y moderna, con himnos como "Cryin'", "Rats In The Cellar", "Dude (Loooks Like A Lady)", "Livin' On The Edge", "Crazy", con la cual se armó un karaoke espontáneo en todo el Arena Movistar, los covers  "Stop Messin' Around" de Fleetwood Mac (donde Joe Perry toma el micrófono y se lanza con el canto) y la colosal "Come Together" de The Beatles, para cerrar la primera parte del show con la popular "Walk This Way" (que Riff más lindo, es necesario decirlo) y "Train Kept A Rollin'", un cover ya clásico de la banda. Tampoco faltaron "Jaded" (no hay caso que ese single me guste) y la popular "I Don't Want To Miss a Thing", que convengamos le dio un aire de popularidad quizás un tanto insospechada a la banda.
Luego de unos minutos, los roadies instalan un piano blanco en la parte frontal del escenario (una entrada a la cancha en realidad) para que Mr. Tyler parta con la gigantesca "Dream On", con Joe Perry tocando sobre el piano, donde los efectos con humo le dieron un toque de parafernália necesario a tan bella pieza... me perdonan, pero "Dream On" debería estar en el Smithsoniano u otro museo de la altura. Finalmente, Tom Hamilton comienza con el bajo clásico de "Sweet Emotion", otra que tiene un riff más grande que cualquier problema, cerrando con una lluvia de confetti un concierto brillante.



Interesante el siempre efectivo desplante de Tyler, muy bien secundado por Joe Perry, donde uno se cuestiona los 68 años que ostenta el primero, irradiando una vitalidad realmente envidiable y manteniendo una voz que, si bien demuestra el paso de los años, hace que los temas más antiguos suenen con aires renovados, se le notan los años de circo al jefe, de todas maneras!

Con una banda de más de 40 años de carrera siempre será difícil dejarlos todos contentos, la Carola se quedo esperando "Amazing" mientras que yo hubiese disfrutado mucho la vieja "Mama Kin" o la más moderna "Eat The Rich", pero como comenté en el inicio, esta gira no tiene el aspecto de ser una despedida muy definitiva, una escuela que formaron bandas como KISS, Ozzy Osbourne y ahora también Scorpions, por lo que en una de esas los volvemos a tener por acá de vuelta en un par de años...